Crucíferas, indispensables para tu salud.

Brócoli, coliflor, col de bruselas

¿Qué son las crucíferas?

Las verduras crucíferas son aquellas que pertenecen a la familia Brassicaceae.
Este grupo de vegetales, destaca por sus numerosas propiedades, contribuyendo a mantener un estado de salud óptimo, por ser fuente de nutrientes, vitaminas y minerales.

Tipos de crucíferas

A continuación, te detallamos las más habituales, que beneficios tienen y cómo cocinarlas dependiendo de su tipo y textura.

Rúcula: Intenso color verde y hojas alargadas y dentadas, ligero sabor picante Habitual en recetas italianas y ensaladas elaboradas.

Brócoli: Sus tallos y sus flósculos son comestibles y nutritivos. La cocción del brócoli concentra algunas sustancias saludables, pero también disminuye otras significativamente, por lo que habría que intentar hacerlo al vapor en lugar de hervirlo.

Col de Bruselas: Fuente de fibra dietética y folato. Destaca por ser una fuente de nutrientes, vitaminas y minerales que preservan la salud del organismo

Col o Repollo: Existen tres modalidades diferenciadas por el color. Además se puede comer cocido, fermentado (aumentando los beneficios probióticos) o bien crudo.

Coliflor: en el mercado la puedes encontrar de distintos tipos. Su preparación puede ser al vapor, al horno, salteada, como base de pizza, con salsa, al natural o gratinada… Posee propiedades antiinflamatorias, depurativas y protegen la salud cardiovascular.

Col rizada o Kale: La reina de la vitamina K. Hay que procurar elegir racimos oscuros y evitar las hojas amarillas o amarronadas.

Rábanos: Se pueden comer crudos como un complemento crujiente a nuestras ensaladas, salteados, sopas o guisos.

Grelo: se trata de una verdura frondosa de ligero sabor amargo. Muy presente en la cocina gallega.

Nabos: Verduras con altísimo poder nutritivo.

De forma general, sus compuestos sulfurados previenen activamente diversos tipos de cáncer como el de próstata, colon, mama o páncreas, debido a la gran cantidad de antioxidantes que evitan el envejecimiento prematuro de las células.
Otros beneficios comunes, son reforzar y fortalecer el sistema inmune por la presencia de isotiocianatos y en menor medida ayudan al correcto trabajo del hígado, mejoran la salud ocular, previenen la osteoporosis (por su altísimo contenido en calcio y vitamina C), previenen la diabetes, …

Ahora que ya las conoces un poco mejor, no olvides incluirlas de forma diaria en tu dieta.

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